La inflación y el miedo a la recesión hacen que algunos compradores navideños cambien sus productos por otros más baratos
Los consumidores están sustituyendo todo, desde las calzas Lululemon hasta la ropa interior Natori, por alternativas más baratas. El 72% de los consumidores tiene previsto buscar alternativas menos costosas en estas fiestas como consecuencia de la inflación, según una encuesta realizada por la empresa de investigación Morning Consult a 2.200 adultos estadounidenses.
Muchos compradores están cambiando la ropa y los accesorios por otros menos caros -reemplazando las calzas de Lululemon por los de Uniqlo y la lencería cara por los sostenes y los calzones de Target-, ya que la inflación merma su renta disponible y la inestabilidad del mercado de valores erosiona su riqueza.
Este cambio de tendencia hace temer la llegada de la temporada de fiestas de fin de año y vacaciones, una época en la que muchas personas derrochan en bolsos de diseño, joyas finas y otras compras extravagantes para sí mismas o para sus seres queridos. Los inversores recibirán información actualizada sobre las actitudes de compra esta semana, cuando Ralph Lauren Corp, la empresa matriz de Michael Kors, Capri Holdings Ltd. y Tapestry Inc, propietaria de Coach, presenten sus últimos resultados.
“Este año no voy a derrochar”, aseguró Kate Cheng, propietaria de una joyería en San Francisco. Cheng dijo que normalmente se regala un bolso de diseño u otro artículo de lujo durante las fiestas, pero que este año se abstiene de hacerlo debido a la preocupación por la recesión que se avecina.
En los últimos meses ha observado un cambio en los hábitos de compra de sus clientes, que se decantan por las joyas de plata, menos costosas, en lugar de las de oro. Esto le ha llevado a reducir sus propios gastos. Se ha cambiado a las calzas de Uniqlo en vez de productos de Lululemon, que cuestan el doble. También canceló un viaje a Maui, que le habría costado unos US$ 4.000, y en su lugar planea hacer un viaje por carretera a Nuevo México por la mitad del precio.
El 72% de los consumidores tiene previsto buscar alternativas menos costosas en estas fiestas como consecuencia de la inflación, según una encuesta realizada por la empresa de investigación Morning Consult a 2.200 adultos estadounidenses.
Con la inflación en el nivel más alto de las últimas cuatro décadas, los consumidores han estado buscando alimentos y otros productos menos caros durante la mayor parte de este año. Ahora, con el desplome del mercado bursátil de los últimos meses, que ha erosionado aún más la riqueza de los hogares de ingresos medios y altos, el recorte de gastos se está extendiendo a las compras más discrecionales.
Se prevé que las ventas minoristas en noviembre y diciembre, excluyendo el gasto en autos, gasolina y restaurantes, aumenten entre un 6% y un 8% con respecto a hace un año, tras un salto del 13,5% en 2021, según la Federación Nacional de Minoristas (NFR), un grupo comercial. El mercado laboral es fuerte, y la NRF espera que algunos consumidores recurran a sus ahorros y tarjetas de crédito para hacer frente a las subidas de precios.
A su vez, los consumidores estadounidenses han ralentizado su gasto en bienes de lujo en los últimos meses, según los datos de las tarjetas de crédito de Mastercard Inc, Citigroup Inc y BofA Securities Inc. El gasto durante el verano y hasta septiembre se redujo con respecto al mismo periodo del año anterior, después de registrar aumentos porcentuales de dos dígitos durante la mayor parte de los dos últimos años.
Thomas Chauvet, que dirige el departamento de investigación de bienes de lujo en Europa de Citi, comentó que la desaceleración se debió a la disminución del valor de las transacciones, lo que sugiere que incluso los consumidores ricos están reduciendo sus compras. Según BofA Securities, los consumidores de renta promedio, los que ganan entre US$ 50.000 y US$ 125.000, fueron los que más frenaron su gasto.
Marc Metrick, director ejecutivo de Saks, la plataforma online de la marca Saks Fifth Avenue, señaló que los clientes con ingresos familiares de unos US$ 100.000 siguen gastando, pero a un ritmo más lento. Estos clientes han gastado un 20% más en Saks en los últimos meses, en comparación con el mismo periodo de 2021, pero esta cifra es inferior al aumento del 40% registrado en los primeros seis meses de este año. Como resultado, Saks está vendiendo menos carteras, cinturones y otros artículos adquiridos por los compradores de nivel básico.