Se viene el voto obligatorio: Senado da importante paso y solo falta pequeño detalle
En solo en una elección será voluntario. Senadora Fabiola Campillay fue la única que votó en contra.
El Senado aprobó el regreso del voto obligatorio, tras obtener 41 votos a favor y 1 en contra de la senadora Fabiola Campillay (Ind) este martes.
El proyecto está en su segundo trámite constitucional, y pasará al tercero luego de que vuelva a la Cámara de Diputados tras ser modificado en la Cámara Alta.
El cambio consistió en reemplazar de la Constitución que el voto es voluntario, por definir que “en las votaciones populares, el sufragio será personal, igualitario y secreto”.
Asimismo, se agregó que “el sufragio será obligatorio para los electores en todas las elecciones y plebiscitos salvo en las elecciones primarias. Una ley orgánica constitucional fijará las multas o sanciones que se aplicarán por el incumplimiento de este deber, los electores que estarán exentos de ellas y el procedimiento para su determinación”.
En ese sentido, aún resta la tramitación de la ley orgánica constitucional, misma que establecerá las consecuencias legales de no ir a votar. Esta continúa en la Comisión de Constitución del Senado, a la espera de indicaciones del Ejecutivo.
Al respecto, parlamentarios de distintas bancadas valoraron el avance de la iniciativa, en vista de mejorar la representación democrática y teniendo en cuenta el rol que jugó en el plebiscito del 4 de septiembre.
“Forzará a dejar de buscar apoyos mínimos”
El senador Gastón Saavedra (PS) sostuvo que “con voto voluntario, las elecciones se hacían con menos de la mitad de los habitantes del país y la validación social de quienes representamos a la ciudadanía era cada vez más escasa”.
En tanto, Francisco Chahuán, presidente de RN, expresó que “La democracia representativa necesita urgentemente que el voto obligatorio sea restablecido”.
En la misma línea, Enrique Van Rysselberghe (UDI) aseguró que la obligatoriedad de voto “forzará a los candidatos a elección popular a dejar de buscar apoyos mínimos para salir electos y a hablar a fanáticos de sus ideas, y les impondrá la tarea y el deber de socializar y difundir sus propuestas al mayor número de ciudadanos posibles, lo que moderará el debate político y devolverá la sensatez que los chilenos esperan”.