Por más de 900 días los chilenos –así como gran parte de la población mundial– se tuvieron que adaptar de golpe a una serie de nuevas rutinas en las distintas áreas de la vida, debido a la irrupción de la pandemia del covid-19.
Desde comenzar a hacer todo de manera remota –trabajo, clases telemáticas, compras online, reuniones virtuales y replicar la cena de un restorán con el delivery–, hasta modificar los horarios para dormir, para hacer ejercicio o para las reuniones sociales, además de incorporar una batería de implementos y medidas sanitarias que pasaron a ser parte de la cotidianidad. Esta semana las autoridades anunciaron que, a partir del 1 de octubre, se pondrá fin a la mayoría de las restricciones sanitarias en el país –incluido la mascarilla obligatoria, los aforos y la exigencia del pase de movilidad–. Esto marca un profundo cambio con la forma en que nos habíamos desenvuelto hasta ahora y deja atrás la fase más dura de la pandemia.
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Publicado Septiembre 23, 2022